jueves, 6 de junio de 2019

Introduccion

Los salmos son poderosas oraciones que expresan los deseos más profundos de nuestro corazón.
Ellos cumplen, en su conjunto, con los cinco requisitos más importantes expuestos por santo Tomás para una perfecta oración: ser confiado, humilde, devoto, recto y ordenado. Para conocer el significado de los requisitos antes enumerados es conveniente hacer cllip en el siguiente Enlace


Definición de Salmo

La palabra salmo es de origen griego y significa tocar un instrumento y al mismo tiempo cantar, aunque el pueblo hebreo le dio el significado de alabanza. Un salmo es un poema religioso cuya finalidad es venerar a Dios. Normalmente estos poemas se convierten en cantos y forman parte de la liturgia en las iglesias.

Las dos religiones más estrechamente relacionadas con los salmos son la cristiana y la judía. De hecho, el Antiguo Testamento es un texto compartido por ambas religiones y en el cual aparecen cinco libros de salmos, que forman un total de 150. Su colección recibe el nombre de salterio y los dos libros más conocidos son los salmos de David y de Salomón.
Los especialistas en textos de la antigüedad coinciden en afirmar que la civilización egipcia, babilónica o sumeria cantaban unos unos himnos en honor a sus divinidades. Por lo tanto, estos himnos serían el precedente histórico de los salmos.
Según la tradición judía el autor de algunos salmos fue el rey David, pero el pueblo hebreo también participó en su creación y divulgación. Estos poemas cantados fueron recopilados hacia el siglo lV a. C y se incorporaron al Antiguo Testamento. Y en el Nuevo Testamento hay varias referencias de Jesucristo sobre ellos.
No son simplemente unos textos sagrados, sino que están muy presentes en la religión y la cultura judía. Tienen una dimensión poética y al mismo tiempo incorporan un sentido teológico, pues están dirigidos a venerar a Dios. Son también educativos, porque son aprendidos y memorizados por los judíos en su etapa de formación. Hay igualmente un elemento cultural en ellos, puesto que algunos se refieren al periodo del exilio del pueblo judío. Otro de los aspectos destacados es su dimensión moral, ya que los salmos pretenden trasmitir unos valores o, dicho con otras palabras, una propuesta sobre cómo se debe vivir. En relación con los valores que comunican habría que destacar la obediencia, el respeto, la santidad o la solidaridad. De manera muy esquemática se podría afirmar que los salmos pretenden implantar el bien en el ser humano.
Los estudiosos de estos textos son los denominados salmistas bíblicos, quienes coinciden en la doble pretensión de su mensaje: adorar a Dios e iluminar a los hombres. Son también llamados salmos mesiánicos y se han transmitido culturalmente en las sinagogas judías desde los tiempos más remotos de la tradición hebraica.




miércoles, 5 de junio de 2019

Salmo 91


¿Para qué sirven el salmo 91?


Los salmos son textos que se recitan en condiciones determinadas, para propósitos específicos. El salmo 91 sirve para satisfacer la necesidad del creyente de sentirse en seguridad y protección. Cuando las manifestaciones fantasmales o demoniacas son frecuentes, el salmo 91 tiene el efecto de alejar a las entidades malignas que acechan.

Cuando el cristiano lee en voz alta el salmo 91, se percibe en el ambiente una menor carga espiritual. Los demonios son repelidos y enviados de vuelta al infierno. Este salmo es como un escudo que salva a las almas de los creyentes de ser raptadas, y a sus cuerpos de ser poseídos, si la influencia del mal es muy poderosa.
Hay más de cien salmos, y son utilizados para invocar la presencia de Dios, en situaciones como:
  • Querer evitar acontecimientos o desgracias
  • Necesitar fuerzas para afrontar los malos tiempos
  • Desear que haya abundancia y prosperidad
  • Querer alejar las presencias malignas
  • Buscar el bienestar del individuo y la familia
Rezar antes de dormir un salmo gratifica la mente y el alma.

Salmo 91: Oración de la noche


(Salmo tomado de la biblia latinoamericana)
Tú, que habitas al amparo del altísimo
y resides a la sombra del omnipotente,
dile al señor: mi amparo, mi refugio,
mi Dios, en quien yo pongo mi confianza.
Él te librará del lazo del cazador, y del azote
de la desgracia; te cubrirá con sus plumas
y hallarás bajo sus alas un refugio.
No temerás los miedos de la noche
ni la flecha disparada de día, ni la peste
que avanza en las tinieblas, ni la plaga que
azota a pleno sol.
Aunque caigan mil hombres a tu lado
y diez mil a tu derecha, tú estarás fuera
de peligro.
Su lealtad será tu escudo y armadura.
Basta que mires con tus ojos y verás cómo
se le paga al impío. Pero tú dices: “mi amparo es el
Señor”, tú has hecho del altísimo su asilo.
La desgracia no te alcanzará, ni la plaga
se acercará a tu tienda, pues a los ángeles
les ha ordenado que te escolten
en todos tus caminos.
En sus manos te habrán de sostener
para que no tropiece tu pie en alguna piedra;
andarás sobre víboras y leones,
y pisarás cachorros y dragones.
Pues a mí se acogió, lo libraré, lo protegeré, pues
mi nombre conoció. Si me invoca, yo le responderé,
lo salvaré, le rendiré honores. Alargaré sus días
como lo desea y haré que pueda ver mi salvación.

Introduccion

Los salmos son poderosas oraciones que expresan los deseos más profundos de nuestro corazón. Ellos cumplen, en su conjunto, con los cinco...